El grupo de padres de niños que concurren al Jardín de Infantes Nº 912 "Juan Manuel Bordeu", que funciona en Villa "Laguna Brava", hizo público un escrito en el cual solicitan a las autoridades educativas "la creación inminente de una hoja de ruta que permita en un corto plazo, de forma escalonada y segura, el retorno a la escuela de forma presencial".

En la extensa nota destacan que son 16 los alumnos que asisten al Jardín, cuyo edificio cumple con las regulaciones sanitarias y de aislamiento detalladas en el Plan Jurisdiccional provincial para un "Regreso seguro a las clases presenciales", además de poseer un parque de 1.200 metros cuadrados que se utiliza para actividades de esparcimiento y recreación, el cual "podría reconvertirse y ser usado para clases y actividades del ciclo lectivo".

Los preocupados padres manifiestan que en la zona donde se encuentra el Jardín no han existido contagios de Covid-19 y plantearon que los niños "se ven alejados de las actividades virtuales, en varios casos, debido a que en sus residencias no disponen de conectividad ni medios adecuados para realizar las clases virtuales" y la institución constituye "el único espacio de vinculación" por vivir en una zona rural.

"Nuestra comunidad de padres está comprometida en cuidar tanto a los niños como a los docentes y auxiliares, necesarios para el reinicio de clases, pero necesitamos que éste se haga efectivo lo antes posible para dar un cierre a las actividades del ciclo lectivo en curso y prepararnos para los desafíos del 2021", remarcan.

También plantean la impotencia que sienten al observar que otros sectores han podido reiniciar sus actividades aplicando protocolos pero "nuestros hijos siguen privados de la sociabilización y de las herramientas que les permite vincularse con pares y docentes para su adecuado desarrollo. Muchos de nuestros niños ven en las instalaciones rurales que viven como llegan personas a trabajar desde distintos lugares del país para el levantamiento de las cosechas mientras que ellos no pueden salir de su casa. Esto, a nuestro entender, es discriminatorio a sus derechos básicos y universales".

También señalan que "el aislamiento social escolar prolongado está provocando secuelas psicológicas y emocionales en los alumnos, en las familias y, por consecuencia, en toda la sociedad. Inevitablemente, la pandemia por Covid-19 y la estrategia inicial de cuarentena han traído consigo innumerables retos en los más variados ámbitos, retos que han desafiado y sacudido los cimientos de nuestros hospitales, escuelas, casas y trabajos".

Después de más de siete meses de pandemia, "creemos que llegó el momento de llevar los diálogos y debates a la acción. Llegó la hora de construir una nueva estrategia para encarar esta crisis. Estamos preparados para implementar todo lo que hemos aprendido en estos meses. Creemos que la educación presencial no puede esperar más. Sabemos que la definición e implementación de los protocolos necesarios para que esta vuelta presencial a las aulas sea posible, requieren más esfuerzo y trabajo que mantenernos a las espera desde la comodidad de nuestros hogares. Pero también sabemos muy bien como padres, madres y tutores, que el bienestar de nuestros hijos requiere de todo el esfuerzo que nos sea posible brindar. Todo trabajo duro que hacemos es por y para ellos. Estamos comprometidos con esta premisa desde el día en que nacieron".

COMPROMISO

En la parte final de la nota dejan en claro que "el compromiso de la comunidad educativa está ante todo en el cuidado de la salud y entendemos que debemos entre todos hacer lo posible para cumplir con las normas que permiten minimizar los riesgos pero también en ese cuidado de la salud está la posibilidad que nuestros niños sociabilicen y aprendan en el espacio adecuado para las mismas. Queremos que nuestras voces en pedido de ayuda sean oídas en favor de la construcción colectiva de un futuro mejor inmediato para la educación y el bienestar de nuestros hijos".