Manuel Pastorino: inspiración de la mano de la naturaleza

Manuel Pastorino: inspiración de la mano de la  naturaleza

Cada obra por sí misma, en la que fusiona arte y naturaleza, tiene un mensaje particular. Involucra sentimientos y emociones.

En la expresión artística, Manuel Pastorino (43 años) encuentra la forma de dar respuesta a su necesidad de comunicar o expresar una idea o concepto y compartirlo con los demás, más allá de la respuesta, reinterpretación y repercusión que tenga o hagan los múltiples receptores.

Se define como autodidacta. Observador y amante de la naturaleza, “Manu” acaba de concluir con otra de sus creaciones artísticas en hierro que se convertirá pronto, cuando quede inaugurada, en un homenaje a las madres en avenida Favaloro y calle 30. “Diente de León-cito” la ha denominado.

Su arte, que es autóctono, es para todos. “El Corti”, obra que se exhibe en el Museo Histórico en conmemoración a los 140 años de la creación de Balcarce y el Bicentenario de la Independencia, y que recuerda a su amigo Gastón Cortiglio, y “Semilla de piedra”, en el camino a “El Mirador”, son dos claros ejemplos a los que ahora se agregará la que homenajeará a las madres.

Se siente incómodo en el inicio de la charla con El Diario en su segunda casa, el taller, hablando de él mismo. Pero con el paso de los minutos, quien es cultor del bajo perfil va perdiendo su timidez y su relato va recorriendo distintos momentos de su vida.

Admite que desde jovencito es autodidacta. “En mi casa siempre era de estar haciendo cosas”, dijo y trajo de inmediato a su memoria a su abuelo, el recordado Leónidas Luis Pastorino, apodado “Tola”. “Yo lo ayudaba en el tallado a mano de las placas recordatorias en su empresa funeraria. Era su mano derecha”, expresó.

Si bien hoy está metido de lleno en trabajar de lo que le gusta, como lo es la artesanía en hierro, aunque también lo hace en madera y yeso, por ejemplo, su involucramiento total se produjo a los 30 años, luego de dejar de atraerlo la aviación. Con sus jóvenes 16 años, “Manu” se convirtió en piloto comercial y aeroaplicador a partir de su vínculo afectivo con la familia Radice.

Un accidente cambio radicalmente su horizonte. “No me estaba sintiendo cómodo por lo que me puse a trabajar con mi papá, Hugo, en la instalación de equipos de calefacción. Allí tuve mi primer contacto con una soldadora eléctrica que tenía en su taller. Una parrilla para la casa fue mi primera creación. Es verdad que siempre usaba herramientas pero aquella fue mi primera soldadura”, detalló.

Está dispuesto a aprender en forma permanente. “No me encierro en el hierro”, asegura más allá de que las obras artísticas que más han trascendido están construidas con ese material.

Poco a poco fue adquiriendo herramientas, equipándose y de esa manera consiguió montar su taller después de decidir dejar de trabajar con su padre, atraído por el arte pero no el convencional. Y las redes sociales lo ayudaron y mucho a difundir sus creaciones.

MATERIALES QUE COBRAN VIDA

En cada una de ellas queda plasmado que el proceso artístico de sus obras pasa por su mente, el sentimiento, la creatividad y sus manos…De esta manera es como los materiales que utiliza cobran vida y se encarga de transformarlos en arte.

- Está claro que tu sensibilidad se aprecia en cada obra artística.

- Es parte de todo un proceso. Lo que más me gusta es concretar mis ideas a través de la imaginación. No me gusta copiar. Aquel que me pide un trabajo, confía en mi creatividad más allá de algún concepto que me pueda transmitir. Lo que hago tiene mucho de sentimiento. Hay vida en cada obra, que está formada por un montón de cosas. Cada uno de los trabajos son simples de apreciar pero cada uno le da su propia interpretación a partir de lo que va descubriendo.

MOTIVOS DE INSPIRACIÓN

Por la mente de “Manu” fluyen ideas en forma permanente que, en algunos casos, se convertirán en obras de arte. “Hay temas que me inspiran más que otros”, aseguró junto a la mesa de trabajo, rodeado de herramientas y materiales, algunos de los cuales van tomando forma. “Busco mi propia impronta en cada trabajo. Eso me hace vivir, me moviliza, me transporta, me da vida”, consideró.

La naturaleza es su principal fuente de inspiración. “Es el pilar fundamental, es parte de mi vida”, afirmó quien en las últimas semanas, en forma personal o a través de llamados telefónicos o en redes sociales ha cosechado innumerables elogios por “Diente de León-cito”. Esta creación se inició hace cinco años no como un homenaje a la madre pero su simbología sí tiene una fuerte relación con ella. “Quería -contó- hacer un panadero. Quién no jugó con una planta de panadero en su infancia. La Municipalidad sabía de esta idea pero no se pudo avanzar. Luego, el vecino Juan Bodega se acercó para manifestarme que su deseo era hacer un monumento a la madre en avenida Favaloro y 30. Mi estilo no es hacer bustos. Están buenísimos pero no los sé hacer. Le manifesté, entonces, que tenía una idea abstracta, que coincide con la simbología y los atributos de la madre que es el amor, la vida, la protección, la sanación. Bodega se entusiasmó con la idea y así arrancamos. Hubo donaciones de fondos y materiales y de esa forma se pudo convertir en realidad. Por eso, a cada persona, empresa y/o institución que se sumó a la idea, ya sea con dinero, materiales o con una simple palabra de aliento, le quiero decir ¡gracias! Sin ellos, esto hubiera sido imposible”.

Diente de León-cito, más allá de que será un homenaje a las madres, también lo es para León, el ahijado de “Manu” y especialmente para su mamá, que está presente en la obra. “Así lo fue, lo es y lo será toda la vida”, subrayó emocionado.

Pero apuntó, además, que este trabajo lo ha movilizado internamente y mucho, lo cual lo llena de felicidad. “Grandes y chicos, conmovidos, me felicitan por el trabajo. No faltaron aquellos hombres duros que vinieron y me hablaron desde el corazón. Me gusta que la obra movilice a la gente, la transporte y le llegue al corazón. Diente de León (o panadero como se la conoce vulgarmente) te lleva a la niñez con el recuerdo del campo, la sierra. Todos jugamos alguna vez con un panadero o diente de león. Era nuestro primer contacto con la naturaleza”, manifestó.

ARTE CON ADN BALCARCEÑO

Como si fuera un sociológico o psicólogo, el artista interpreta una idea y luego traduce esos sentimientos en una obra a partir de que los materiales toman vida y se convierten en arte. Las obras de este artista tienen el ADN de Balcarce. Su arte es para todos.

Por eso, algún día no muy lejano los visitantes llegarán hasta esta ciudad no solo por las sierras, el autódromo, la laguna "La Brava" o el Museo del Automovilismo sino también por el arte de Manuel Pastorino.

SEMILLA DE PIEDRA

En el camino a “El Mirador” luce espléndida la obra titulada “semilla de piedra”. Explicó Manuel Pastorino, su artífice, que “la naturaleza es toda, no se divide. Pero si quisiéramos verla representada en nuestro Partido simbólicamente hablando, sus cimientos son las piedras del sistema serrano Tandilia. De ahí nace la representación de las tres maneras de la naturaleza vegetal de esta obra: naturaleza de ciudad, sierra y campo.

Al detallar su creación señaló que la naturaleza de ciudad está representada por el plátano, árbol que está presente en las avenidas; la naturaleza de campo por la espiga de trigo y la naturaleza de sierra por las siluetas del Amarante, Paulino y La Barrosa.

“Esta obra, como la naturaleza, es de todos. Fui un grano de arena para llevarla a cabo pero es de todos los que participaron, de una forma u otra. Busqué en ella simplicidad y transparencia, que sume al lugar y que no sea protagonista. Es algo más al increíble paisaje y ambiente que la rodea”, describió.

LA OBRA EN HOMENAJE A SU AMIGO

En el año 2016, “Manu” Pastorino donó una obra al Municipio que se puede apreciar junto al Museo Histórico, en el cerro "El Triunfo". Se llama “El Corti”.

Tiene una significación especial para su autor. La concibió como homenaje a su entrañable amigo Gastón Cortiglio. “Se nos fue a los 34 años. Le decíamos ‘tanque’. Es por eso que la intervención artística fue sobre un tanque que simboliza la naturaleza saliendo de allí ya que un día ese metal se degradará y desaparecerá”, explicó.