En mayo próximo se cumplirá el primer año de gestión de la comisión directiva encabezada por Gustavo Biró, que se encuentra a cargo de los destinos de la Sociedad de Protección a la Infancia.

Allí conviven niños y niñas de 3 a 12 años, algunos de los cuales están desde su segundo año de vida. Entre los que viven en la entidad, hay dos hermanos que permanecen en el lugar desde hace un largo tiempo, otros se han sumado a diferentes edades y así se va completando el grupo.

Luego de esa edad, los caminos que siguen los chicos no son siempre los mismos. “Hay veces que acá no podemos cubrir sus necesidades, tenemos ciertas limitaciones, por ejemplo cuando necesitan más libertad, hacer otras actividades o temas médicos. Ahí ya no tenemos los medios suficientes y por esa situación se decide que pasen a otro hogar, pero siempre se ve cada situación en particular. Se atiende lo que ellos quieren y las necesidades que tengan”, contó Romina Bustos, desde su rol de vicepresidenta.

FUNCIÓN PARALELA

Actualmente se cuenta con 18 empleadas, de las cuales la mayor parte son integrantes de la comisión directiva.

Por lo tanto además de compartir actividades diariamente, también coinciden en la elaboración de ideas y toma de decisiones. La convivencia de funciones se sobrelleva de buena manera, ya que el objetivo es común para quienes están embarcadas en esta situación.

En ese sentido, la tesorera Gabriela de Esteban reconoció que “es difícil separar las cosas, esto tiene sus pro y sus contras. Nosotras siempre trabajamos en equipo, diferencias hay como en todo grupo, pero nos llevamos bien. El cargo que tenemos acá es solamente un título, acá somos todos compañeros”.

LABOR DE MADRES

A su turno Marisa Benaduche, que se desempeña como vocal de la institución de calles 28 y 35, hizo alusión a que en esta institución el que ingresa sabe que estará involucrando sus sentimientos personales, precisamente por las características de la misma y por ser bebés y niños con quienes diariamente se relacionan.

Sobre ello, citó que “no es sólo trabajo ni cargos que ocupamos, acá es todo sentimientos. Ponemos lo mejor y para nosotras cada niño es especial, forman parte de la familia y nosotras somos su familia. La labor principal nuestra es ser madres”.

Coincidió plenamente Romina Bustos: “lo maternal es nuestra labor, en todos los sentidos. Desde comisión también lo hacemos desde la maternidad, desde un parentesco porque para un nene y por la afinidad que tenemos algunas somos más madres y otras somos más tías. Pero hay sin dudas un sentido maternal y nosotros lo ejercemos desde todo punto de vista, como cuidadoras y también desde la comisión porque siempre estamos pensando en el bien de los chicos”.

También virtió su opinión en este punto en particular De Esteban. “No solamente lo hacemos en el horario de trabajo, sino también fuera del mismo, estamos toda la semana pensando por y para los chicos”, comentó.

Claro está que ese involucrarse con los más pequeños, la convivencia de todos los días y ese ida y vuelta constante, trae sus recompensas. “Ellos siempre están al tanto de todos, como los chicos en la casa de cada uno. Preguntan qué van hacer este fin de semana, tienen algún evento planeado, podemos ir nosotros, nos preguntan. Entonces tratamos de hacer cosas en la sede para que ellos participen”, señaló.

DEUDAS Y DETERIOROS

“Estamos peleando un montón porque tenemos una deuda de casi dos millones de pesos con la AFIP, que no podemos afrontarla. La única entrada que tenemos son las becas de los chicos, el resto es todo a pulmón. Necesitamos cubrirla porque si no esa deuda nos va a llevar al cierre”, contó Bustos.

Para afrontar ello, además de la campaña de donación que se hizo pública el jueves a través de un video que se ha difundido por las distintas redes sociales, en la cual la población en general puede realizar su aporte a través de donaciones al CBU 0140353201613000153581, se prevén acciones tales como un baile, un desfile, ferias y actividades diversas en la sede de la entidad, la rifa que se lanzará en breve y otras tantas ideas a implementar a lo largo del año.

“La Municipalidad nos ayuda con un cocinero y dos psicólogas, ahora le estamos pidiendo otra más y una asistente social, estamos a la espera de una respuesta. Siempre nos responde positivamente, pero en la problemática mayor que son las cargas sociales, no nos están pudiendo ayudar”, añadió.

Pero también existen otras complicaciones, a las que hizo mención Benaduche. La directiva manifestó que “el edificio está bastante deteriorado, hay muchas necesidades que son primarias, como baños, vidrios, techos, goteras y lugares puntales que son los que tienen más problemas”.

Y la vicepresidenta cerró con una frase que grafica el presente que atraviesa Protección a la Infancia: “hoy lo urgente tapa lo necesario. Por eso pagando esta deuda que tenemos con la AFIP se nos facilitarían un montón de cosas, podríamos mejorar y seguir. Estamos elaborando otro plan de trabajo y ya sin esta deuda podríamos funcionar de otra manera, más aliviados”.