José "Pepe" Rodríguez, charlaba con algunos periodistas y relataba una de sus tantas vivencias, puesto que, en un nuevo aniversario de su natalicio, las cosas no pueden dejar de ser especiales. Este lunes 24 de octubre, "Pepe" cumplió 100 años y más allá de poder festejarlo con su familia, lo hizo como él más lo siente: trabajando, llevando adelante su actividad como carpintero en su extenso galpón, ubicado en calle 23 casi 24.

Cuando llegó el turno de entrevistarse con El Diario, "Pepe" esbozó una sonrisa y con la amabilidad que había atendido a los demás, se mostró abierto una vez más a contar su historia, esa que fue escribiendo desde hace un siglo.

"En mi cumpleaños haberla pasado mejor, no sirve", definió el festejo y agregó: "no esperaba todo esto. Mi vida siempre fue el respeto a todo el mundo y para mí, todos son amigos porque si veo una actitud rara, enseguida yo cambio la mía.

Conmigo trabajan amigos, sobrinos y esto es lo que hacemos. Yo trabajo hasta los domingos", expresó "Pepe", mientras se reía con complicidad.

Sus comienzos laborales, según relató, no fueron en una carpintería. Recordó que hasta los cinco años vivió en el campo que sembraba don Tomás Mandiola en Las Piedritas. Luego su familia se trasladó a Mechongué donde cursó sus estudios primarios y vivió hasta los 17 años, cuando comenzó a abrirse camino solo. Trabajó algunos años en Chacabuco y luego desembarcó en Capital Federal. Se desempeñó en la pastelería "Las Cuartetas", en una despensa y en una carnicería frente al parque Lezama.

Pero además de trabajar, "Pepe" disfrutaba de otra de sus pasiones: el fútbol. Se hizo socio de su querido Boca Juniors a principios de los cuarenta.

Carpintero

En el oficio de carpintero, "Pepe" reveló que lleva 60 años y sus inicios en la materia se dieron por un accidente: "yo trabajaba en una estancia grande, en la Samaga y manejaba camiones en los que llevaba gente a trabajar. Un día, una persona del lugar tuvo un accidente y tuve que ir a llevar ropa a donde estaba internada, en la Clínica Balcarce y ahí me encontré con quien fue mi socio. Yo en ese momento tenía una especie de saloncito de carpintería y me preguntó si necesitaba un socio a lo que le respondí que cuando él quisiera y ahí arrancamos", contó.

La experiencia en la década del '50 para conseguir un lugar para trabajar no fue fácil para "Pepe", ya que el dueño de un terreno les ofrecía construir una especie de galpón con chapas para poder hacer las labores como carpinteros, con una "concesión" a 10 años, cumplido ese plazo, debían pagarle al dueño un alquiler.

La suerte llegó cuando se encontraron con otro hombre que les hizo el contacto con un amigo que estaba vendiendo un terreno a $14.500 pesos. "Ahí fui al colchón que tenía donde vivía, que era una piecita al fondo. Ahí junté peso por peso y después de contar y conseguir el dinero, pude juntar $14 mil pesos. Fui con el señor y le dije lo que había conseguido y me dijo: 'pibe, por $500 pesos no nos vamos a pelear. El terreno es tuyo'. Le di $7.000 pesos y el resto cuando estuvo la escritura", rememoró "Pepe". Fue así que el carpintero, junto a su socio Blas Zitarosa, con el que compartió 50 años, consiguieron el lugar en el que en estos días se desempeña. En su galpón, de calle 23 entre 24 y 26.

"Después de eso, fui a trabajar sacando papa y en 1955 volví para trabajar como carpintero hasta el día de hoy", señaló.

Ante la pregunta de si siempre se dio "maña", para la carpintería, comentó: "cuando trabajaba en la estancia, había un español y un yugoslavo que hacían tinglados para la sombra de los caballos y me hacían agujerear la madera. Me enloquecían y ahí aprendí a hacer cosas.

Después, cuando vine a Balcarce y compramos las máquinas para la carpintería, empecé a manejarlas porque también era mecánico".

Trabajo = Salud

"Pepe" considera que para él, el trabajo es salud "porque si vos no trabajás ¿qué pasa? ¿qué pensás? Yo en lo único que pienso es en los clientes y en cómo puedo hacer mi trabajo mejor para ellos. Cómo puedo abaratarle los costos. Y obviamente poder tener tu ganancia. Uno tiene que ir luchándola y haciendo las cosas mejor. Atender bien a los clientes, que sean amigos, eso es lo que yo espero y voy a terminar siempre en eso", opinó.

La familia

Respecto del acompañamiento de la familia dijo: "me acompañan mucho y demasiado. Ellos creen que yo soy un bebé", bromeó.

Al momento de finalizar la entrevista y de desearle un feliz cumpleaños, él contento en su propia juventud y de hacer lo que más le gusta, deseó a los periodistas: "espero que les vaya muy bien y que lleguen a mi edad, sanos y firmes".

Y así vive "Pepe", en su galpón, cortando madera, creando y, en definitiva, haciendo aquello que le da vida.