Tras una reunión mantenida por los panaderos que integran la agrupación que los nuclea en el orden local se informó ayer que el valor del pan sufrirá en las próximas horas una suba del orden del 15%, lo que significará que el costo del kilo, actualmente en $ 120 pase a ser de $ 140.

Así lo manifestó ayer a El Diario el referente de dicha agrupación Juan Bodega.

Al respecto señaló que hubo hace un par de meses un incremento en el precio (lo elevó de $ 100 a $ 120) luego de cerca de 14 meses en los que el precio no había sufrido variaciones pese a los muchos aumentos de materia prima, insumos etc. que hubo en ese lapso.

“Eso, sumado a la pandemia y a la fuerte caída en el consumo hizo que ya estemos atravesando una situación apremiante que nos obliga a trasladar los aumentos al mostrador para -al menos- poder mantener a flote la estructura, porque no estamos ganando” explicó. señalando que si bien en el rubro mantuvieron sus negocios abiertos durante la cuarentena, las ventas se vieron reducidas en un 50% al no haber movimientos en las escuelas, cafés, restaurantes y todo lo que implica el “extra”, lo que sumado a la vez a la restricción horaria “hicieron que mantuviéramos la estructura pero con un 50 % menos de ventas”.

Otros factores que deben ser tenidos en cuenta son, “obviamente, el aumento de la harina, el de los combustibles y de todo lo que hace a los insumos que tenemos en nuestra industria que nos lleva a hacer este ajuste como para poder al menos mantenernos a flote”.

En ese sentido hizo referencia a la situación que se vive en localidades vecinas como Tandil donde se está registrando el cierre de unas 20 panaderías y el doble de esa cantidad en Mar del Plata, temiéndose que algo similar se empiece a dar en nuestra ciudad, especialmente entre los comerciantes del rubro que no son propietarios de los locales, que son quienes más sufren todo lo que estamos viviendo, lo que hace que el negocio sea inviable”.

¿FUTUROS AUMENTOS?

Si bien por un lado el aumento asesta un fuerte golpe a los alicaídos bolsillos de la gente, no se desestima que pueda haber a no muy largo plazo alguna otra modificación.

En ese sentido Bodega dijo que con estos valores “solo nos mantenemos a flote, sin estar ganando”, manifestando que “el costo para que nos quedara alguna rentabilidad del 10 o 15 % tendríamos que estar hablando de un valor del kilo del orden de los $ 200. Pero sabemos que eso es totalmente inviable. Preferimos de alguna manera que no caiga el consumo y seguir manteniendo pequeños aumentos como para ir llevando la situación. Somos conscientes de lo que pasa del otro lado. Ahora, con respecto a la posibilidad de nuevos aumentos es algo difícil de responder ante los vaivenes de los costos que son variables y que nosotros no manejamos”.

A la vez, Bodega, reflexivo dijo que desearía “que se hiciera más política económica y menos política, que se hiciera más política de salud y menos política, que se hiciera más política de infraestructura y menos política, ya que si de alguna manera dejamos de hacer política y nos dedicamos a analizar los problemas que tenemos podríamos tener un diagnóstico de hacia dónde vamos, lo que nos simplificaría la vida a todos”, a lo que sumó que “hoy es prácticamente imposible invertir y mantener la planta laboral que tenemos. Yo trato de ser optimista, mantengo el negocio abierto, mantengo a diez personas trabajando -que son diez familias- pero honestamente me gustaría que del otro lado también se hiciera el esfuerzo para ver de alguna manera que si el esfuerzo lo hacemos todos juntos podemos salir adelante·”.