Mauricio Fraraccio, un coleccionista apasionado por los autos a escala

Mauricio Fraraccio, un coleccionista apasionado por los autos a escala

La frase pertenece a Mauricio Fraraccio, un entusiasta de este rubro que en Balcarce cuenta con varios participantes, pero cada uno con su estilo propio. Una actividad que, en su caso particular, lleva el agregado de crear él mismo varias unidades, utilizando técnicas incorporadas a lo largo del tiempo pero dentro de una formación autodidacta, rasgo este que lo diferencia de otros colegas.

"Desde que tengo uso de razón juntaba autitos. Desde chico compraba autitos con los ahorros que tenía, también me regalaban. No me quedaron casi de esos años, porque en la adolescencia pensás que no los vas a usar más y se los empiezan a llevar los familiares, los sobrinos, hasta que después empecé a comprar réplicas, ya que los otros eran tipo juguete".

EN TRES DECADAS

"Hace como 30 años que estoy coleccionando, inicié con autos de competición, tipo Le Mans y Sport, que son los más complicados de conseguir, porque no son tan comunes en el país. La mayoría de los que tengo son importados, de producción nacional no hay nada. Y ahora la mayoría es de producción china, si bien hay marcas alemanas e italianas", destacó en diálogo con El Diario.

Si se hace mención a la cantidad, reúne hasta el momento entre 750 y 800 unidades, alcanzadas en este período de tres décadas de colección. Muchos de ellos adquiridos en casas que se dedican a esta especialidad, las cuales poseen sus páginas en Facebook u otras redes sociales, la mayoría establecidas en Capital Federal y otra también de Mar del Plata. "Nunca he comprado afuera", añadió.

También existen algunos coleccionistas privados que venden usados, en buen estado, que se publican en Mercado Libre. Y en su caso, ha optado mayormente por la compra en kioscos, cuando surgió algún diario o revista que traía consigo muestras de autos: "tengo los de rally que son de esas colecciones y también los de calle. En un momento apareció una que era de autos argentinos, hacía un montón que no salía nada y la empecé a comprar, fueron 120 autos. Después salió una colección de autos de Fórmula Uno, yo ya tenía algunos, también hubo una de Turismo Carretera y la verdad que es muy difícil conseguir autos de competición argentinos porque es todo importado, entonces la compré. Y también adquirí algunos extras para hacer yo con esos autos otros que no vinieron en la colección".

PRODUCCIÓN PROPIA

Su stock personal está conformado, entre otros, por unidades de Fórmula Uno, Sport, varias Ferrari, Rally en diferentes etapas de su historia, vehículos de calle, Turismo Carretera y los de elaboración propia, correspondientes a las categorías TC 2000 y Sport Prototipo.

Con relación a la producción personal, dijo que "la mayoría de los que tengo son de escala 1 en 43, es decir 43 veces más chicos que el modelo original. Después hay otra línea que es 1 en 24, que es más rara y generalmente vienen más juguetes de ese tipo. Y hay otra de 1 en 8. Personalmente los que hago son 1 en 43. Por ejemplo tomo de base un auto de calle que compré y lo desarmo, lo despinto y le hago las modificaciones que haya que hacerle de trompa, ruedas o lo que fuere. Y se pinta con los colores del auto que elegí para hacer".

Para los que comienza a confeccionar desde cero, primero busca planos en Internet, más que nada para analizar las proporciones, las medidas, la que reduce 43 veces. Después, en el plano de los materiales utiliza cartón, madera bálsamo, acrílico, pedacitos de radiografía, botellas de plástico y macilla. Y un detalle: para realizar las ruedas produce el molde y después las realiza con macilla acrílica.

No se plantea un tiempo específico para culminar su trabajo, el cual por otra parte va alternando con sus ocupaciones personales. Es autoexigente y no tiene inconveniente alguno en repetir la tarea hasta que la misma lo deje plenamente satisfecho. "Hago de a uno pero no trabajo todo los días en el auto. Por ahí me dedico un fin de semana y después pasa mucho tiempo sin hacerle nada, por mi trabajo particular. Los que me llevan más tiempo son los que empiezo desde cero, para que queden bien como a mí me gusta por ahí los hago cinco o seis veces. Hasta que no queda como me gusta… Soy detallista, porque si después los ponés al lado de los que comprás, que están recontra detallados, tienen que ser más o menos similares. Es más artesanal y no tiene la misma terminación, pero yo trato que sea lo más prolijo posible".

PROCESO Y VALORES

Antes de confeccionar determinada unidad, Fraraccio se informa de la historia de la misma, aunque en muchos casos ya conoce de antemano varios detalles, precisamente por ser un apasionado del automovilismo y, en especial, de las categorías nacionales.

"Tengo muchos libros y revistas antiguas de autos. Yo busco muchas imágenes previas, para hacerlo lo más similar posible. Y hay limitaciones técnicas porque no cuento con algunos elementos, pero teniéndolos podría hacer cualquier auto. Hay, por ejemplo, algunos Sport Prototipo que son muy redondeados y yo debería dedicarle más tiempo y utilizar otros procesos. No es imposible, pero por supuesto no va a quedar como un auto de los que comprás", mencionó.

Por otra parte hizo alusión a los valores de mercado que se manejan actualmente, resaltando que hay variaciones y que todo tiene relación con aspectos muy puntuales dentro de este ámbito: "los que vienen en fascículos están sobre 1.500 pesos cada uno. Después los otros dependen del modelo, la marca y demás, hay muchas importadas y eso está todo en dólares. Estimo que un auto importado de algunas de las marcas buenas debe estar entre 15.000 y 20.000 pesos, por lo cual es que ahora se vuelve un poco prohibitivo el tema".

SENSACIÓN ÚNICA

Al parecer, inmiscuirse de lleno especialmente en lo que es la elaboración de un auto de colección es una sensación muy personal para Mauricio Fraraccio. Pero observarlos detenidamente le causa algo placentero también.

Al respecto, indicó que "es como que te aislás del mundo, es una descarga, te olvidás de lo del día. Por ahí es una hora un día a la noche y un fin de semana que trabajás un rato. Y verlos en la vitrina también, yo los miro siempre y la intención en un principio era ir cambiándolos periódicamente, pero no lo hago porque no tengo mucho tiempo. Y hay algunos que si los veo me acuerdo que los tengo, pero a veces abro las cajas donde guardo el resto y digo: ah mirá tenía éste, tenía este otro. Pero si voy a un lugar donde lo venden, lo veo y me acuerdo que lo tengo. No los tengo presentes, pero me acuerdo de todos los autos que tengo; porque no veo y compro, sino que compro los que me gustan".

PARA LOS CHICOS

Como una suerte de mensaje orientativo especialmente para aquellos que recién se inician en el rubro de coleccionar autos, dejó el siguiente consejo: "lo primero que les digo es que no tiren los autos de cuando son chicos, que se guarden aunque sea los más representativos. Y después no tienen que comprar ni caro ni barato, sino de la medida que te da el bolsillo. Porque no necesariamente para tener este hobbie hay que comprar los mejores autos, sino lo que podés o lo que querés. Hay tantas colecciones de esto como coleccionistas: hay a quienes les gustan los autos de carrera, como en mi caso, mientras que a otros les gustan los autos antiguos, de calle, a otros maquinarias agrícolas, Papamóviles, coches fúnebres, sólo de Ayrton Senna o te buscan el auto raro que corrió una carrera determinada. Pero todo depende de la facilidad económica de cada uno y de las ganas" .