Claves para prevenir y tratar enfermedades cardiovasculares
Esta iniciativa hermanada por el Hospital Universitario Fundación Favaloro junto a la Fundación Fangio es un homenaje a los principios compartidos por el Dr. René G. Favaloro y Juan Manuel Fangio, quienes conquistaron el mundo con sus destrezas, recordando siempre sus orígenes, y guiados por sus valores, como la dedicación, el esfuerzo, la humildad y la búsqueda incansable de la excelencia. Este encuentro también fue una oportunidad para celebrar al hombre que revolucionó la medicina con la creación del bypass aortocoronario, y forma parte de una serie de iniciativas que tienen lugar a lo largo del año con la misión de mantener viva su memoria.
LAURA FAVALORO
La Dra. Laura Favaloro se graduó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires en el año 2007, Realizó la Residencia en Cardiología en el Hospital General de Agudos “Dr. José María Ramos Mejía” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Obtuvo su especialización como Médica Cardióloga en 2011, en el 2012 como Médica Especialista en Terapia Intensiva, y como Especialista en Insuficiencia Cardíaca, Asistencia Circulatoria Mecánica y Trasplante Cardíaco en el Hospital Universitario de la Fundación Favaloro en 2014.
Además, Favoloro tiene un Master in Business Administration, de Barcelona School of Management, Universidad Pompeu Fabra y, la Diplomatura en Calidad de la atención de la salud y seguridad del paciente otorgado por Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria.
Se desempeñó como Médica Especialista en Cardiología e Insuficiencia Cardíaca en el área de Consultorios Externos del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro, y como Médica en Consultorio de Medicina Preventiva en la Corporación Médica para el diagnóstico y la prevención S.L., Hospital Delfos, Departamento de Medicina Preventiva, Barcelona, España.
En la actualidad la Dra Favaloro es co Directora Ejecutiva del Hospital Universitario de la Fundación Favaloro. Ha asistido a múltiples congresos realizados en nuestro país y en el exterior, participado en la presentación de numerosos trabajos científicos, y ha publicado numerosos trabajos en revistas nacionales e internacionales.
CAUSAS DE LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
Un cóctel de estrés, mala alimentación, tabaquismo, sedentarismo y obesidad desembocan en alguna o varias de las llamadas enfermedades cardiovasculares, las cuales pueden prevenirse y hasta evitarse mediante la adopción de una rutina más saludable.
Entre las principales causas de enfermedades cardiovasculares, en rasgos generales, la doctora Favaloro mencionó: niveles elevados de colesterol, triglicéridos y otras sustancias grasas en el torrente sanguíneo. Presión arterial elevada o hipertensión. Desórdenes metabólicos. Diabetes. Obesidad. Alto nivel de ácido úrico en la sangre. Malformaciones congénitas del corazón. Consumo de bebidas alcohólicas y tabaco.
“El alcohol en dosis moderadas o bajas está bien de manera ocasional. Lo que genera daño al corazón con mayor incidencia de hipertensión arterial, riesgo de arritmia y cardiomiopatía es el consumo diario de alcohol. Sí podemos tomar de manera social los fines de semana pero no todos los días porque además genera aumento de peso”, indicó Favaloro.
Un trabajo prospectivo que se inició en el 2002 y finalizará en 2030, realizó un examen en países de todo el mundo de la relación de las influencias sociales y la prevalencia de todos los factores de riesgo en una enfermedad cardiovascular. “Quiero destacar un pequeño subestudio que por ahora lleva enrolados 24.718 pacientes y continúa en cuatro países, Argentina, Colombia, Brasil y Chile, en el que analizaron la incidencia de la enfermedad cardiovascular en función del sexo, y vieron que es mas frecuente en los hombres y que la tasa de mortalidad de esta enfermedad es la numero 1, seguida por el cáncer. Y un dato más llamativo, es más alta la tasa de mortalidad en áreas rurales que en las urbanas, esto se debe a que tienen menos acceso a un centro de alta complejidad para recibir un tratamiento. Esto vuelve a corroborar que el tabaquismo, la obesidad, el sobrepeso y la diabetes son causas de mayor fatalidad por enfermedades cardiovasculares”, indicó la doctora.
FORMAS DE PREVENCIÓN: ALIMENTACIÓN SALUDABLE
La doctora mencionó que la reducción de la sal en la dieta es una de las medidas recomendadas para mejorar nuestra salud y prevenir enfermedades cardiovasculares. “El cloruro de sodio esta presente en todos los alimentos, es importante tratar de reducir el consumo y no ponerle sal a la comida, ya que genera mucho daño insipiente porque favorece al desarrollo de la hipertensión arterial”, señaló Favaloro. “Una de cada cuatro personas tiene presión alta pero no lo sabe. Es importante chequearse el corazón por un cardiólogo para evaluar y descartar si somos o no hipertensos”, agregó.
Hay un grupo de población, sobre todo desde los 18 a los 36 años, que no sabe que tiene hipertensión, algo que está asociado con el aumento de la prevalencia de la obesidad. Antes del 2018, la prevalencia de la obesidad era de un 19%, en el último censo subió a un 42%. Entendemos que esto se debe a los años de pandemia, pero nosotros como cardiólogos consideramos este aumento como un fracaso y pretendemos alertar a la población para que pueda tener una mejor calidad de vida y que ese porcentaje de obesidad baje.
“La sal en todas sus formas no tendría que estar dentro de las variables a la hora de cocinar un plato. Hay un montón de especias que podemos utilizar para reemplazar la sal, porque su consumo genera muchísimo daño y no lo vemos. La hipertensión es una enfermedad silente que nos genera un daño lentamente”. ¿Qué alimentos consumir para reducir la presión arterial? Favaloro recomendó ingerir al menos cinco raciones de frutas o verduras por día.
CONSUMO DE TABACO
Por otra parte, la profesional remarcó que el consumo de cigarrillos sigue siendo una variable bastante frecuente a pesar de que se hicieron varias campañas para dejar de fumar. “No solamente no se puede fumar en espacios cerrados, sino que hay mas conciencias que se instalaron con la ley antitabaco. Es necesario conocer los factores de riesgo y medir cuanta población sufre de hipertensión arterial, sobrepeso porque tiene un valor pronostico. Mejorando esos valores y entablando un buen vínculo entre el paciente y el profesional se puede lograr alcanzar una mejor calidad de vida”.
A su vez, mencionó un aspecto fundamental para todos aquellos que sufren hipertensión arterial. “Es importante que, aunque uno no tenga síntomas, una vez que al paciente se le diagnosticó hipertensión arterial y que le dio valores mayores a 140, tome las medicaciones todos los días y que cumpla con el tratamiento. Además de hacer actividad física y tener una buena alimentación. Porque cuando la hipertensión da síntomas ya es tarde, lo ideal es no tener hipertensión y en caso de tenerla llevarla de manera controlada para no generar el daño que genera en todas las arterias grandes, medianas y pequeñas”.
QUIÉNES SE DEBEN EVALUAR
“A partir de los 20 años es importante conocer y evaluar los riesgos de enfermedades cardiovasculares cada cuatro o seis años. Sobre todo, en los pacientes hipertensos y diabéticos porque ambos tienen mayor incidencia de eventos cardiovasculares. A partir de los 30 años ya todos deberíamos tener una consulta con los cardiólogos, en ambos géneros. Algunos deben tenerlo antes, como por ejemplo los deportistas de alto rendimiento que necesitan una evaluación cardiovascular. Y ya a partir de los 40 años, todos tenemos un compromiso, que es hacernos la placa de colesterol.
En un trabajo publicado por la Sociedad Argentina de Pediatría, habla de la importancia de cuidar a los niños. Y no solo a ellos, porque en la población pediátrica la enfermedad cardio es muy rara, pero es importante que el objetivo principal sea prevenir a largo plazo. No solo con el niño recién nacido, sino desde antes de la concepción, hay que tener en cuenta todos los cuidados durante el desarrollo del embrión y el feto. Tienen que estar acompañados por la salud materna durante toda la gestación.
Favaloro subrayó que, para toda la población pediátrica a partir de los dos años, y también para la población adulta, es importante incorporar a diario todos los alimentos, realizar treinta minutos de actividad física por día, tomar ocho vasos de agua, reducir el consumo de sodio y ultraprocesados. Lo mejor que le puede pasar a un niño es que no conozca la sal ni el azúcar, no solamente de las golosinas, sino que no se le ponga azúcar a la leche, por ejemplo.
“Es importante que todos los niños hagan actividad física, no hay una contraindicación para realizarla. Y mientras más grandes son, más actividad física deben realizar. Ver televisión, jugar con la computadora o navegar por internet es extremadamente dañino para los niños. Los chicos deben usar ese tiempo para correr en un parque, para jugar, divertirse e interactuar con la naturaleza, y acá en Balcarce hay un montón de espacios para hacerlo”, subrayó Favaloro.
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA MORTALIDAD POR ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR
Por último, la cardióloga mencionó que hay factores sociales que incluyen en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares. “En un congreso de rehabilitación en 1996, René Favaloro mencionó algunos de estos factores, los cuales siguen vigentes hasta la actualidad. Está demostrado que cuanto mayor es el nivel de educación, la mortalidad cardiovascular es menor. También, que hay una clara relación entre los ingresos, cuanto mayor es el ingreso, menor es el riesgo de muerte. A nivel de la ocupación se observa exactamente lo mismo, cuanto mas bajo es el nivel laboral mayor es el riesgo de mortalidad cardiovascular. Está comprobado que la tasa de desempleo aumenta fuertemente y de manera exponencial el riesgo de mortalidad, al igual que las condiciones de vida del ser humano”, explicó la Dra.
Además, la cardióloga aclaró que un buen descanso, entre 6 y 7 horas de sueño, reduce significativamente el estrés y los riesgos de mortalidad por enfermedad cardiovascular. La World Hearth Federation, la sociedad de cardiología más importante del mundo, establece que debemos incorporar una serie de hábitos saludables para combatir el estrés. “Siempre hay que tomarse un tiempo para uno mismo, hacer una pausa para respirar y concentrarnos en donde estamos ahora. Dejar las preocupaciones de lado, reírse más, tratar de compartir tiempo con seres queridos. Ante tantos estímulos y cosas por hacer, es recomendable hacer un listado para priorizar nuestras actividades diarias”, concluyó.