“Este es un gobierno que vuelve a las andanzas con medidas inapropiadas”

“Este es un gobierno que vuelve a las andanzas con medidas inapropiadas”

La decisión del presidente de la Nación, Alberto Fernández, de suspender por treinta días las exportaciones de carne vacuna, con el objetivo de contener la presión sobre los precios que se vienen registrando en los últimos meses, desató una ola de rechazos por parte de dirigentes de entidades ligadas al campo como también de otros sectores empresariales lo cual ha derivado en una protesta que empezó el jueves y se extenderá hasta el último minuto del próximo viernes 28 de este mes consistente en un cese de comercialización de hacienda.

La Sociedad Rural de Balcarce, a través de su presidente Gerardo Mutti, le dejó bien en claro al Gobierno nacional su rechazo a la medida tomada y le recordó también que prácticas de similar naturaleza aplicadas en una anterior gestión “no sirvieron”.

“Medidas inapropiadas”

“Este es un gobierno que vuelve a las andanzas con medidas inapropiadas. En 2004 fue el control de precios a la carne y en 2006 las restricciones a las exportaciones de carne que llevaron a una pérdida de 14 millones de cabezas de ganado, de la cual aún no nos recuperamos. El consumo sigue siendo importante a pesar de que bajó ‘per cápita’”, detalló Mutti a El Diario.

El combativo dirigente ruralista está convencido que la medida tomada por el Gobierno no tiene por objetivo buscar la baja en el valor de la carne. “Quiere demostrar que están en una posición contraria a la gente del campo. Pero esto no los ayuda porque no hay trabajo y cada vez son más los pobres”, afirmó.

En relación al valor de la carne, Mutti explicó que “hay un valor implícito por un costo de producción que se ve afectado por el aumento del maíz a nivel internacional. Se sabe que las retenciones a los granos castigan al sector, a lo que se suma un dólar arbitrario que estableció este Gobierno. La soja vale 600 dólares y para el productor vale 200. Se elevan los costos y esto se ve reflejado en el precio. No se puede desconocer esto. Competimos con Brasil, Uruguay y Paraguay pero Argentina tiene la mejor carne del mundo. Pero esta prohibición de exportación nos vuelve a restar credibilidad. La gente gana muy poco y cuesta mucho comer, moverse, calefaccionarse. No tenemos la culpa nosotros”.

- Con esta medida, ¿puede bajar el precio de la carne?

- Puede descender un poco el precio en un primer momento por el impacto político y mediático, por transacciones comerciales internas que se puedan ver afectadas en su transparencia, confianza, operatividad. Pero a largo plazo, no. Esta medida viene para quedarse, no será solo por 30 días. Perjudicará, como ocurre ahora, la venta de las vacas. Se está en la etapa de la zafra de terneros y vacas. Las vacas en los últimos dos años tomaron un valor interesante porque las compra China. No hay gran cantidad de pasto. Es llamativo que justo ahora prohíban vender esa mercadería cuando en realidad el Estado debería defender de los monopolios comerciales a productores y consumidores y de esa manera que haya precios competitivos en el mostrador. Los productores somos perjudicados al igual que los consumidores. No queremos hacer un negocio con el hambre de la gente. Esto perjudica a todos los argentinos. Si no exportamos productos agropecuarios, el país no tiene salida porque no hay otros que traccionen. Hoy el campo produce más que nunca. Es lamentable que en un país rico, haya pobres.

- ¿Faltará carne en el mostrador?

- No. Este cese de comercialización es una forma de queja aunque no lo comparto mucho. Es un auto-paro. Se busca protestar y no generar desabastecimiento. Tendríamos que hacer otras cosas pero no tenemos herramientas, no llegamos aún a ese nivel de compromiso, de participación. Han dejado al sector fuera de las decisiones políticas que nos compete y esto debiera revertirse.

“Matan producciones históricas”

Por último, Mutti no ocultó su indignación por la situación planteada. “El negocio de la exportación se ha dinamizado y hay muchos nuevos actores, más allá de los frigoríficos, como las asociaciones de productores, matarifes, etc. Hay una interesante competencia. Esto es un negocio pero el Gobierno quiere controlar para que no haya competencia cuando debiera defendernos de los monopolios, de la pandemia, de la inseguridad. Pero quienes lo integran se hacen millonarios acordando y negociando con un empresariado nefasto que trabaja con el Estado. Mientras tanto, los perejiles seguimos pagando esta fiesta. Matan producciones históricas y emblemáticas que nos representan a nivel mundial. Dejen de robar y la gente dejará de tener hambre. Ojalá este mal no dure tanto. Por eso hay que pensar cuando se vota. Esto que pasa es culpa nuestra. No supimos votar. La mayor herramienta es el voto. Hay que ser inteligente aunque sabemos que no hay muchas opciones. Es mi opinión personal”, concluyó de manera tajante.