Evitar el proceso de erosión de suelos, una tarea necesaria e impostergable
El crecimiento permanente de la población de los países en desarrollo genera una presión en aumento sobre los recursos naturales que conduce a una sobreexplotación de éstos. La consecuencia directa es la degradación de los suelos con intensificación de la erosión hídrica y eólica, deterioro de la estructura, salinización, disminución de la fertilidad y desertificación.
Los procesos de degradación determinan un descenso de la productividad de los suelos y a veces la pérdida, que puede llegar a ser irreversible, de la capacidad productiva.
Del total de tierras arables del mundo -unos 1.400 millones de hectáreas- se estima que un 30 por ciento están afectadas por diversos procesos de degradación con un incremento anual de 5 a 7 millones de hectáreas.
Hoy se estima que cada hectárea cultivada alimenta en promedio a 3,6 personas.
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A DEGRADACIÓN DE LOS SUELOS
El especialista en el tema, el ingeniero agrónomo Germán Domínguez, quien es profesor en la Facultad de Ciencias Agrarias local que depende de la Universidad marplatense, le dijo a El Diario que “si partimos de un ambiente natural, cuando se lo utiliza para la producción agropecuaria indudablemente vamos a intervenirlo y cambiarle algunas de sus propiedades. La idea, entonces, es que esos cambios sean mínimos para que el ambiente mantenga la productividad. Esta zona, en materia de producción agropecuaria, se caracteriza por tener un ambiente serrano, con pendientes, en donde hay mucha presión de la producción sobre los mismos, que son un poco frágiles. Y frecuentemente se dan erosiones, una de las degradaciones más importantes que vemos en esta región, debido a un inadecuado uso del recurso suelo.
- ¿Eso se traduce en una menor productividad?
- Cuando en materia productiva tenemos algo que se puede reemplazar con un insumo, como es la reposición de nutrientes, es relativamente fácil lograr el objetivo más allá de lo económico. Pero cuando perdemos porosidad o se erosiona el suelo, se trata de degradaciones que no son recuperables. Entonces, tenemos que estar atentos y, fundamentalmente, evitar que ello ocurra.
- ¿Qué herramientas tiene a mano el productor para evitar la erosión de los suelos?
- Hay varias herramientas que, por citar algunas, pasan por el manejo de los cultivos, la cobertura del suelo y el mantenimiento de buena condición para que infiltre el agua. En esta zona se está dando un fenómeno de tormentas de verano muy fuertes que en pocos minutos descargan varios milímetros de manera intensa. Puede generarse erosión si esa intensidad es mayor a la tasa de infiltración del agua en el suelo. Manteniendo cobertura en superficie en esas zonas con pendientes; una rotación de cultivos con buen aporte de residuos y tratando de controlar el tráfico de maquinarias en lotes como los pastoreos con animales y evitar la compactación, se podrá mantener el suelo en una condición que le de sustentabilidad. Esto ayudará a mantener la producción. Es importante remarcar que el agua que se escurre por no entrar al suelo es improductiva y además lo degrada, afectando al productor económicamente.
- ¿La siembra directa a contribuido a evitar la erosión?
- Tiene ciertas ventajas este sistema de labranza. Por ejemplo, mantiene los residuos en superficie, la no remoción del suelo hace que se evite el golpe de la gota de lluvia directamente sobre el mismo, que constituye el primer mecanismo de degradación. Esa cobertura es importante porque si no se genera escurrimiento, habrá menos cantidad de partículas en suspensión para que se lleve el agua. Sucede también que muchas veces el tener el suelo más húmedo y acumular una cantidad importante de años bajo siembra directa, tráfico de maquinarias o pastoreo, es decir un mal manejo de siembra directa, puede generar mayor escurrimiento movilizando rastrojos hacia la parte más baja del lote.
LA IMPORTANCIA DEL INGENIERO AGRÓNOMO
- El rol del ingeniero agrónomo en este proceso resulta fundamental. ¿Acompañael productor las recomendaciones que ustedes les proponen?
- Es crucial repensar el rol del ingeniero agrónomo. Cada vez es más necesario que esté al pie de la producción para estar atento a todas estas cosas que suceden y procurar evitarlas. El agrónomo es el encargado de evitar que haya erosión o en todo caso detectar esta problemática de manera temprana y hacerle saber al productor que puede llegar a tener problemas de degradación produciendo de determinada manera. Producir manejando bien el suelo no es antieconómico, todo lo contrario. Lo antieconómico puede llegar a ser cuando producimos degradación y tratamos luego de recuperar el suelo. Ahí sí se generan inversiones antieconómicas.
- ¿Cuál es la realidad de Balcarce y zona en materia de degradación de suelos?
- Es muy necesario tener un diagnóstico adecuado. No se ha hecho en el último tiempo. Se ven síntomas de degradación en una superficie importante. Hoy no tenemos esos números de la superficie ni el tipo de degradación. Pero resultará un punto de partida para desarrollar futuras acciones en pos de frenar el proceso de degradación.